Este video demuestra lo que afirmamos en el título de este post: Todo el mundo tiene un precio. Los autores de estas grabaciones se dedican a ir por las calles ofreciendo dinero a la gente corriente a cambio de diversos "trabajos". En un principio dichos qué haceres son bajos en sexualidad y altos en estupidez, pero sea paciente y espere a ver el final del video, en donde una empleada de hotel será cohibida y sobornada para satisfacer los más morbosos deseos de estos dos tipos desalmados. Merece la pena ver cómo se lo montan poco a poco hasta el desenlace final. Disfruten de este video como lo hemos hecho nosotros. ¡Áltamente recomendado!.
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