Seguro que sí, seguro que entre el rollito de primavera y los tallarines con gambas habrá imaginado en alguna ocasión a la simpática chinita del restaurante agachándose por debajo de la mesa y sumísamente mamándole la polla sin prisas mientras usted echa la salsa agridulce.
¿No ha pensado nunca en qué se podrá esconder bajo esos trajes de camarera anchos y exentos de sensualidad?, aquí podrá satisfacer su curiosidad.
¿Nunca se ha imaginado el coño de la chinita del restaurante de la esquina?.
lunes, 27 de agosto de 2007
Publicado por asistente en 6:08
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